miércoles, 12 de noviembre de 2008

Operación contra la Música Popular

Por Facundo GarcíaAlgunos medios (gráficos y de Internet) salieron por estos días a afirmar que León Gieco, Teresa Parodi, Adriana Varela y Mercedes Sosa habían cobrado un total de 829.362 pesos por presentarse en Expo Zaragoza 2008 en representación de la Argentina. La supuesta noticia apareció en el blog No me parece (josebenegas.com), donde se exhibían facturas correspondientes a lo que los artistas habían facturado globalmente... sin aclarar que esos montos incluían costos de traslado, músicos, hotelería y fletes. En otras palabras, se acusaba a los cuatro contratados de haberse quedado con toda esa plata en el bolsillo. Lo insólito es que prácticamente nadie se preocupó de chequear la información con los músicos, ni sus representantes. Ni siquiera se consultó a personas que se ocupan de organizar espectáculos. La mayoría prefirió, en cambio, mantener esas difamaciones en los sitios, aprovechando las posibilidades que brinda la web a la hora de expandir rumores de dudosa veracidad.“Acá hay voluntad de desinformar”, se queja Teresa Parodi. “Es la lógica del ataque irreflexivo, arbitrario, que deja de lado todo análisis responsable. Entonces un medio se hace eco de un blog y te atacan durante días sin ni siquiera hacerte un llamado y ver cuál es tu posición.” La cantautora correntina aseguró que pondrá “todos los comprobantes de los gastos que se hicieron –incluyendo el viaje en avión y en tren hasta Zaragoza, la estadía allí de nueve personas y el alquiler de equipamientos– a disposición de quien los necesite”. La música está convencida de que se la tomaron con ella por su vocación nacional y popular: “Si vos te fijás cuánto sale armar algo así, los precios son los de acá, claro que multiplicados por cuatro o cinco veces porque está todo en euros. Es más: nosotros tuvimos que poner plata nuestra para cubrir los gastos”.Por el ciberespacio, los ataques rebotaron por Seprin y Urgente24, dos portales que varios funcionarios del Gobierno no dudan en asociar directamente con personal desplazado de la SIDE. De ahí el mensaje se trasladó a Perfil y La Nación. “Lo que se publicó hoy en La Nación es una vergüenza. Vos leés el texto y te das cuenta de que el periodista explicó una cosa y el editor tituló, independientemente de lo que señalaba el texto, que ‘El Gobierno paga a cuatro músicos$ 829.362’. Hay una intención deliberada de desinformar”, remató Parodi.“Yo llamé a Perfil para que corrigieran la información que ellos estaban dando y no me dieron bola”, se indigna Gustavo Taranto, representante de León Gieco. “Es muy poco serio que mantengan en su portal una mentira, cuando yo les estoy ofreciendo pruebas que desmienten lo que se está difundiendo”, resaltó. Al detallar los gastos por once pasajes aéreos, exceso de equipaje por el equipamiento técnico, pasajes de tren en España, fletes, traslados, viáticos para cinco días y alojamiento, queda claro que la cifra refiere a un costo global de producción y no al “cachet” de Gieco, como indican malintencionadamente los rumores. Taranto está justificadamente caliente, y se le nota: “Las agresiones que ves en los foros... es increíble lo que estos tipos generan. Nosotros estamos más que tranquilos, no necesitamos defendernos de nada porque tenemos todo como debe estar: en orden y listo para exhibirlo ante quien lo pida. Duele, eso sí, que por cuestiones políticas se esté empezando a atacar de esta manera a los artistas”.La feria de Zaragoza es uno de los espacios de exposición y promoción cultural y económica más importantes de Europa. En su última edición participaron más de cien países a través de decenas de representantes. Tocó Bob Dylan y el Cirque du Soleil hacía dos pasadas diarias. “Teniendo en cuenta la importancia del evento, y considerando que hay una infinidad de gastos que hay que contemplar, yo diría que 800 mil pesos es muy barato”, asegura a este diario Daniel Grinbank, empresario, representante artístico y productor de espectáculos. “Calculo que el 25 por ciento de ese monto se iría solamente en transporte”, agrega.–Las facturas difundidas dicen que ese dinero es “en concepto de contratación”, y eso incluye todos los costos para poner al artista en el escenario. ¿Es común facturar así, sin especificaciones, o dejando las especificaciones para otro documento?Daniel Grinbank: –Desconozco los detalles de este caso. Lo que sí podría asegurar es que no es atípico que se facture así, y más teniendo en cuenta que no se trataba de una situación ordinaria sino de una delegación que iba en representación de la Argentina a un encuentro de primer nivel. Aparte, los costos allá son tan exorbitantes que se vuelven medio inesperados. Si yo quisiera hoy traer a un artista de Europa con la mínima carga, que son mil kilos, estaría gastando treinta o cuarenta mil euros. Y me faltaría todavía erogar los gastos de los acompañantes que van a subir a escena. El que piensa que esos números son caros no sabe la cantidad de gastos que incluye una movida como ésa.Al cierre de esta edición, la “noticia” seguía expandiéndose viralmente por la red, vía blogs y mails. En los últimos meses, este modus operandi se ha hecho costumbre. Gacetillas que describen desde hecatombes sociales inminentes hasta rencillas de alcoba que tendrían la Presidenta y su marido están a la orden del día. “Esto es una opereta más grande que una casa, de las tantas que se están viendo”, resumió un funcionario oficial que prefirió el anonimato. Habrá que ver cómo evoluciona la polémica; entretanto, resulta útil releer un párrafo que escribió José Benegas para Perfil el 7 de junio, en ocasión de la muerte de Bernardo Neustadt, y que transparenta toda una postura con respecto al periodismo: “Bernardo, para los pares que no te supieron valorar, hiciste una gran salida. Te fuiste en pleno Día del Periodista”, elogió.

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Legitimidad Política

Sobre el debate abierto “campo vs gobierno”
La construcción del poder de Néstor Kirchner, durante su presidencia fue rápida, efectiva y muy hábil. Fue convirtiéndose en un líder nacional y popular fuera de las estructuras clásicas partidarias.
Esto le permitió captar la atención de una población que vio, como observador participante, la caída de los partidos políticos, en tanto y en cuanto generadores de cohesión social y legitimación, pues una de las razones de ser de la existencia del sistema de partido es el de dar cause a las urgencias de los actores sociales en pugna en la democracia (como institucionalizar el todo contra todos).
El “que se vayan todos” no fue, en el mayor de los casos, a las personas tal o cual, sino mas bien a la necesidad que el pueblo percibía de desplazar a la llamada “vieja política”; totalmente identificada, a un nivel simbólico, con el poder partidocrático.
Aquí las estructuras partidarias eran como el nicho de la corrupción, los negociados y las mafias. Tanto así es que, la identificación que se hizo de la política y los partidos, logro que un sector importante de la población dijese convencida que era a-políticas, cuando lo que se quería poner de relieve era, en realidad, un sentimiento de abierto rechazo a los partidarios.
He aquí la magia de Kirchner, el transversalismo, un movimiento, más no un partido. Provisto de identidad; no un aparato de poder vacía de definiciones, o con todas, que es lo mismo.
De ahí la fuerza con la que surgieron ciertos emergentes y/o actores sociales, incluido el expresidente Néstor Kirchner. El lograr salir de la lógica del ser y la nada que en ese momento representaban los partidos, y en este caso el peronismo, en cuanto PJ.
El peronismo que era todo, era por eso mismo nada; aquello que todo lo puede ser lo es por estar no adjetivado, indeterminado, diría Hegel (la IDEA o el ABSOLUTO es todo por que es nada). Proteccionista-integrista, aperturista, dialoguista, de izquierda, fascista y neoliberal (incluso colándose entre sus filas la oligarquía, sobre todo con Menem), todo y nada.
Lo que en su momento logro ser Kirchner fue un referente nacional, del pueblo y no de un partido; la construcción de su poder estuvo en lo mejor de la doctrina peronista de los 40, integrando grandes masas marginales al estado, democratizando espacios de diferente repercusión, al generar un marco que contenía, como hace mucho que no pasaba, a todo un pueblo.
Como Hobbes quien logro asociar pueblo-estado, aunque, este, disolvió al pueblo en el estado, Néstor había logrado que el pueblo se identifique con un proyecto nacional en el que la confianza difusa y especifica (en la instituciones sin hombre y en la persona misma) se logro por que el pueblo apoyo a una gestión, transversal, no ha un partido. Una gestión que asumió el compromiso de recuperar la identidad nacional.
Los sujetos integrados en el estado dejaron de verse a si mismos al frente de este para sentir que eran parte del mismo. La reconstrucción del sentimiento nacional, por un proyecto de país en una gestión que logro salir de la dialéctica de la confrontación del súbdito (utilizando esta figura como la dialéctica del amo y el esclavo, pero aquí el súbdito toma conciencia de su situación) fue la que logro pasar de una legitimación de, apenas, un veinte por ciento al ochenta de imagen positiva.
Es en esta lógica en la que encuentro a su vez la perdida de poder, en términos de legitimación política de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Por un lado los sectores mas reaccionarias del país –tanto políticos como económicos-, los que integran el llamado poder fáctico (o cuarto poder) hicieron, con apreciable habilidad, que ciertos símbolos, dotados de fuerza aglutinante positiva, fuesen vistos como sus banderas; por otro, el estado y el pueblo se disociaron, no era ya el estado el marco en el que se movían las satisfacciones de sus intereses y necesidad, si no que el estado fue reemplazado por la persona, y a esta se le adosaron los males del país, reales e imaginarios.
El campo con dios (mas de un cura les fue a dar misa), la bandera Argentina, peleando por un proyecto de país para todos (por que ellos eran los federales), hermanos de todos los trabajadores (hasta de sus hermanos gendarmes), en fin, el campo somos todos. Aunque racionalmente se diga que por la tecnologización actual no es significativo su peso social en la generación de empleo y vinculaciones; la soja era el campo, el campo el país, el campo somos todos.
Cristina, nótese que ya no se habla del Estado Argentino, era la que quería engordar su cuenta del banco, la culpable de la desocupación que queda en el país, de la inflación, de la corrupción histórica, autoritaria pero a merced de las ordenes de su marido (ahora devenido en presidente del PJ, lo que facilito la identificación en el imaginario popular con la “viejas formas de la política), despótica aunque sin DNU, hasta bipolar y ciclotímica; a NO y como se atreve a vestirse bien, quien se cree frente a tanto gaucho pobre.
Ahora es “Campo vs Gobierno”, elegí tu lado.
Esa creo que fue, en forma sucinta una de las razones -a mi entender la mas importante- de la caída de la legitimidad que había ostentado el kirchnerismo, mientras aun era movimiento, junto con una estrategia de comunicación impecable, que lograron aquellas identificaciones.

Carta Abierta Cordoba

Los artistas de la provincia de Córdoba nos enfrentamos desde hace mucho tiempo a una situación que en estos últimos años ha llegado a adquirir formas preocupantes en el campo de la cultura. Decimos preocupantes porque ante la apariencia de una particular atención a proyectos culturales/urbanísticos y cuyo epítome es la llamada “media legua de oro” (espacio comprendido entre el Teatro Real y la Ciudad de las Artes) se ocultan profundas e inquietantes contradicciones que los artistas de Córdoba queremos transmitir y compartir con nuestros conciudadanos. Porque entendemos que cualquier formato que asuman las prácticas artísticas en la actualidad, nuestra responsabilidad es intervenir para aportar a la transformación de las prácticas culturales conforme a objetivos éticos, sociales y políticos, libre, voluntaria y racionalmente definidos, al menos en un horizonte institucional que se denomina democrático.Consideramos que lo que ocurre en nuestro campo (el eminentemente artístico/cultural) afecta considerablemente los demás espacios sociales, no sólo por el valor en si del arte para una sociedad, sino que las faltas cometidas en este ámbito han repercutido objetivamente en términos económicos y políticos en otros ámbitos.La política cultural llevada a cabo por las últimas gestiones ha puesto su empeño en montar un escenario partiendo del reconocimiento del valor de la imagen más que de los sujetos y los procesos de cambio. Esta política significó una inversión en infraestructura edilicia -aquello que todos pueden ver- pero también y contradictoriamente una omisión de la noción de servicio, de prácticas hacia y desde la comunidad.Consideramos que la relación entre cultura y gestión importa una conexión entre arte y un concepto político del hacer. Cuando esta relación se vuelve una experiencia reducida, desconectada de la realidad y encorsetada en una concepción ideológica y funcional a la promoción personal, fracasa por obligación y en ese fracaso dilapida tanto los recursos humanos como los presupuestarios.La gestión del Lic. Daniel Capardi en la dirección del Museo Caraffa es uno de los indicadores de ese fracaso, porque prolonga inusualmente en el tiempo patrones que perpetúan la reiteración de un modelo desarticulado, sin planificación del futuro y que además adquiere el perfil de un programa de exclusión debido -entre otras cosas- a la implementación de inauguraciones privadas, falta de convocatoria a artistas locales, incumplimiento del cronograma programado, ausencia de programas de formación y de debates con referentes del campo de la teoría y crítica del arte.¿Cómo debería proceder la gestión cultural en general y la dirección del museo en particular para superar el enunciado de objetivos que nunca se cumplen y el esquematismo que hoy los empobrece e inhabilita frente a la comunidad contribuyente? La gestión del Estado debería recuperar la pertinencia analítica y la posibilidad de enriquecer la lectura del arte de nuestro tiempo a través de un proyecto articulado. Esa articulación debería contemplar como objetivo un concepto receptivo y democrático de gestión, expandir el conocimiento, diseñar herramientas de difusión de la producción local e internacional, extender el modo de interacción entre los productores y la comunidad. La gestión y el museo que pretendemos deberían ser capaces tanto de realizar y sostener proyectos a fin de ubicar, reconocer, valorar y abrir la producción artística local a otros públicos, como también de acercar al público local lo mejor del arte nacional e internacional. Promover el diálogo con críticos, entre artistas, con público diverso, como parte de un proyecto de implicación y de circulación de ideas. Gestionar proyectos de intercambio y exposiciones itinerantes que ejemplifiquen los diferentes compromisos y la expansión de la cultura visual. Publicar libros, catálogos, revistas, como marco de producción crítica y difusión de artistas cordobeses sin la idea de territorialidad y como horizonte de referencia y auto-conocimiento. El espacio del museo debería constituirse como un símbolo de libertad (de elección, de descubrimiento, de expresión) y también en modelo de convivencia, de respeto, de negociaciones responsables, libre del rechazo y la descalificación que ensombrecen la actual gestión. Conflictividad que ha ocasionado cambios de destino y renuncias reiteradas entre los empleados del museo, pero que no ha servido para ampliar el servicio a la comunidad, ni acrecentar la cantidad de público asistente, porque exponer ¨enlatados¨ (muestras producidas, curadas y discutidas fuera del ámbito del museo), como ha ocurrido en la mayor parte de la larga gestión del Lic. Capardi, antes que programar y realizar estrategias eficientes y sostenidas de gestión.La subestimación parece haber orientado la política cultural en Córdoba y esa subestimación se agrava por una continuidad perniciosa que cubre prácticamente toda una década (gestión Canedo-Capardi y gestión García Vieyra-Capardi). Pero lo más grave es que esta gestión también dejó de lado aspectos esenciales para los que se supone la sociedad invirtió sus fondos. Aspectos vinculados con la mencionada capacidad por recuperar la pertinencia analítica, por enriquecer el horizonte cultural. La ya histórica falta de proyección del arte de Córdoba a nivel nacional; la insoslayable necesidad de formación de pensamiento crítico; el evidente vacío de comunicación y discusión entre los artistas y el museo, son claros ejemplos de la necesidad de establecer un debate comprometido acerca del grave estado en el que se encuentra el campo de las artes visuales.

CINE, MEMORIA E IDENTIDAD

Presentación-debate sobre el exilio, con la proyección de las películas “Tierra de refugio, historias del exilio” y el cortometraje “ALUAP”

Viernes 14 de noviembre a las 21 horas
Sala Paco Urondo, librería El Griego

Con la presencia de: Hernán Belon, el director, Luisa Vivanco, psicóloga en el ámbito de los derechos humanos y Julio Pantoja fotógrafo.

No había en la Grecia clásica peor castigo que el de ser tachado como “idiota”, denominación que se guardaba para todos los que habían perdido la dignidad de ser “ciudadanos de polis”.
El desarraigo, la identidad, las raíces, la posibilidad de ser nosotros y nuestros sueños; este fue el destierro más grande. El vivir para creer en una sociedad más justa era un pecado social que había que extirpar. “Pensar era Subversivo”.
No, ya no hablamos de Grecia. El destierro no es un castigo privativo de la historia antigua. Fue ayer, Ayer nomás, cuando un siniestro grupo supo o, mejor, intentó, “aniquilar” todas las formas de la otra forma de pensar. La tortura, la muerte, las desapariciones, el silencio son las figuras que más fuerte llaman a la memoria, pero está la otra, la del “idiota”, el desterrado Quijote de nuestra Argentina, expulsado por soñar.
Quizás sea hora de que este debate también lo demos.
Nuestros Exiliados.

ALUAP (1997) fue exhibido en el ciclo “Historias Breves II” y seleccionado para la competencia oficial en varios festivales internacionales. Fue ganador del Prix de la Jeunesse en Clermont-Ferrand, Francia. Mejor Cortometraje en Arcipelago-Roma, Italia y Tercer premio en Viña del Mar, Chile.

Tierra de Refugio (2005) es un documental sobre refugiados políticos en Francia. Habla del “Asado” que desde hace 30 años los exilados latinoamericanos organizan en Grenoble, Alpes Franceses, con fines solidarios y para agradecer a los franceses su hospitalidad. Producida y dirigida por Hernán Belon con el apoyo de la Femis y la Cinefondation del Festival de Cannes.

Juan Manuel Frangoulis